Fiesta de Barro y Fuego: vuelta del Camagüey a sus orígenes
Camagüey- En la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, fundada hace más de 500 años y conocida también como la Ciudad de los Tinajones, por estos días vuelve la Fiesta de Barro y Fuego.
En el barro está la vida de los camagüeyanos, desde aquellos principeños, que utilizaron las ventrudas vasijas, llegadas de Andalucía o de otras partes del Sur de España, con aceites o vinos, para almacenar el agua que ya era escasa en la Villa.
A partir del siglo XVII comenzó la fabricación de tinajones en la región con el barro rojo de la Sierra de Cubitas, y aunque no se conservan ejemplares de aquella fecha, --el más antiguo data de 1760--, la tradición se mantiene viva.
La Fiesta de Barro y Fuego, organizada con carácter bienal por la filial camagüeyana de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas, (ACAA), permite el encuentro de los creadores con el público, a través del modelaje en vivo, y la transmisión de la experiencia de una las singularidades que tipifican a la Ciudad de los Tinajones.
La VI edición del festival está dedicado al Maestro Alfarero Miguel Báez Álvarez, quien al decir de Nazario Salazar, reconocido ceramista, “sentó pautas para mantener la tradición de fabricar el característico tinajón camagüeyano; él se preocupó y dedicó prácticamente la mitad de su larga vida, para dejar bien claras cuáles son las proporciones que distinguen al tinajón que fabricamos aquí desde el año 1600”.
La Fiesta de Barro y Fuego tiene la particularidad de mostrar al público, en vivo, el trabajo creador de los ceramistas y artesanos, “y da la posibilidad al transeúnte de admirar las formas que salen del barro, a través de las manos de los alfareros; es una llamativa acción que atrapa”.
En cada jornada además, se efectúan las competencias de habilidades, en esta oportunidad en cuatro especialidades: esgrafiado, modelado, torneado de platos y la creación de un porrón, tareas evaluadas por un Jurado, que el próximo sábado dará el veredicto.
La VI edición del evento, incluye varias exposiciones, entre ellas, en el Salón Central, de la Galería Midas, la retrospectiva del artista y artesano Ernesto Giralt Hernández; y otras cinco colaterales de artesanía.
La cerámica artística también sale a la calle, a través de la muestra, Arquitectura camagüeyana sobre ánforas, de Fidel Brizuela y Enrique Cerulia; quienes exhiben una colección de diez piezas de gran formato, que según el curador Pavel Alejandro Barrios, “se trata de vasijas esculturadas sobre las cuales se proyectan visiones particulares del paisaje arquitectónico de la ciudad; a través de la composición de relieves incorporados a las vasijas”.
La Fiesta de Barro y Fuego es un espacio singular para apreciar una de las manifestaciones artísticas que mantiene viva la tradición camagüeyana del tinajón, símbolo de la ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Texto: Miozotis Favelo Pinares
Radio Rebelde