En Fiart 2023, sortilegios artesanales de Mayelín Guevara

En Fiart 2023, sortilegios artesanales de Mayelín Guevara

  • Foto: Toni Piñera
    Foto: Toni Piñera

Como en otra dimensión marcha siempre la sutil artista y artesana Mayelín Guevara, quien ha dejado muchas huellas en Fiart, desde hace años. Siempre bien posicionada, en un stand de pequeño tamaño, que, sin embargo, desborda con su inmenso talento creador. 

A un arete, anillo, pulsera, collar, colgante, carteras y un sinfín de objetos, sus manos ágiles le entregan un toque de distinción creativa. Son diferentes, alcanzan un extra que el espectador siente a primera vista, y queda atrapado.

Así fue desde que aquella, entonces muy joven muchachita, arribó a estos encuentros con su artesanía al hombro, esa que ahora despliega una vez más, su carga de novedad en Fiart 2023, que el 23 de diciembre cierra sus puertas, en el recinto de Pabexpo.

Las piezas, sobre los más variados materiales de metal, plata, acrílico y tela, acaparan las miradas porque, además de sumar laboriosidad, permean mucha imaginación y sobre todo talento a la hora de trabajarlos.

Para indagar sobre sus originales creaciones, en un breve aparte con la artista, comentó, al responder la pregunta ¿cómo te inspiras? 

–De muchas formas. De algún pregón que escucho en la calle– pues vivo en un barrio popular: Buenavista. Me inspiro si veo un color, de una sensación, un sueño… y entonces me digo: de aquí puedo hacer una colección. Ah! y también de un objeto.

Ahora encontró las piedras y se dijo: «¿qué puedo hacer con ellas? Realmente son atractivas, son piedras del Cobre, con piritas (sulfuro de hierro). Y así apareció mi nueva colección, que es un pedido a Cachita (Caridad del Cobre) titulada Óyeme, Cachita (como la canción)».

Son una serie de amuletos, realizados a partir de muchos objetos recuperados, en los que suma plata, formica y las piritas encontradas cerca del santuario de la virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba, que alcanzan variadas formas.

A Fiart llegó hace casi 20 años con la diseñadora Jacqueline Fumero y «aquí estoy. Siempre me mueve una idea, algún material cuando pienso en la feria. En otra ocasión fue protagonista la cerámica y llegué aquí con una colección que incluía piezas y otros accesorios, todo manual. No me ha dado por hacer muebles porque si no…», añadió con una amplia sonrisa.

Cargada de una enorme inquietud durante la COVID-19, en ese tiempo de reposo obligado, como no podía salir de la casa a buscar materiales con que trabajar, se inspiró en la técnica japonesa ancestral Sashiko, que descubrió por Internet. Es muy sencilla, señaló, con retazos de telas que hasta sacó de sus ropas, comenzó a trabajar en una colección de carteras que asemejan collages de variadas texturas y colores muy atractivas, que «me relajaron mucho en aquel tiempo, pues hacer joyería es agotador». Y hoy la exhibe, con orgullo, en este encuentro.

En su pequeño universo de tesoros manuales, muy originales, usted podrá encontrar mil y una formas nuevas que se inspiran de muchos elementos, lugares, universos… que como creadora ella ronda con esa capacidad de hacer realidad los sueños. Está consciente de que el arte es una magia, esa que usted puede alcanzar si pasa por la 25 Feria Internacional de Artesanía (Fiart), donde se reúne una inmensa colmena de magos y artesanos que lo seducirán con sus sortilegios artísticos.

Por: Toni Piñera | Periódico Granma

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