Un evento que tendrá que seguir siendo único en el país: “Puro Arte, Pasión por la Artesanía”
Con la presentación de la esperada pasarela de fantasía del vestir relacionada con la cultura del tabaco, la décima edición del evento PURO ARTE, PASIÓN POR LA ARTESANÍA quedó clausurada en la noche del jueves 14 de julio[1], momento en que también se dieron a conocer los resultados de los jurados principales y de otras instituciones matanceras que entregaron sus respectivos reconocimientos colaterales (entre ellas, la Asociación “Hermanos Saiz”, la Universidad “Camilo Cienfuegos, el Fondo Cubano de Bienes Culturales y el Centro Provincial de las Artes Visuales) en los diversos acápites convocados por este certamen, organizado por la filial yumurina de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA): humidores, coleccionismo, artes aplicadas y plásticas y la mencionada pasarela de fantasía, no pudiendo premiar el correspondiente 5to. Encuentro Teórico del evento en cuestión, al que solo se presentó una ponencia a competencia[2]. Amén de este inexplicable contratiempo de un evento que ya atesora una buena cantidad de estudios e investigaciones alrededor de esta cultura en su Centro de Documentación “Franklin Gómez”, sería oportuno igualmente señalar algunos aspectos que, por “novedosos” dentro de él, no aportaron absolutamente nada a su principal objetivo que es el arte de la artesanía…
El décimo PURO ARTE, PASIÓN POR LA ARTESANÍA dedicó jornadas completas a algo que ya vienen realizando antológicamente otros eventos (como el Festival Internacional del Habano) y que no tienen por qué repetirse aquí, dado aquel señalado propósito: el evento salió de su sede principal –la ciudad de Matanzas- para visitar las vegas pinareñas de Alejandro Robaina y, aunque en su propio territorio, dedicó otra jornada completa a un encuentro con la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco, en el municipio de Pedro Betancourt, quedándose solo como actividad cardinal del evento en esos dos días, en la principal urbe, una serie de quioscos para la venta de artesanías de poco vuelo artístico, las más. Esto, repito, aleja al evento de sus reales intenciones artísticas, defendidas desde su primera edición en el año 2003. Que PURO ARTE, PASIÓN POR LA ARTESANÍA realice este tipo de actividades no me parece del todo sano; sus intereses tienen y tendrán que centrarse más en perfilar lo que estamos señalando: que sus actividades todas sigan reafirmando eso que este evento posee y que se llama singularidad a nivel de país, que su encuentro teórico siga cosechando los textos suficientes para aportarle a la cultura nacional especiales puntos de mira sobre la cultura artística del tabaco y que sus espacios vuelvan a repletarse de buenas y muchas obras y, sobre todo, de una mayor participación de artistas -como era ya acostumbrado- y no como sucedió en la presente realización en la que no se vieron a creadores de diez territorios provinciales de nuestro archipiélago…
Evidentemente, los humidores para tabacos y la pasarela de fantasía del vestir relacionada con la cultura de la aromática hoja, se convirtieron en los principales protagonistas de la décima edición de este evento. El Grupo Creativo “Humidores Habana” fue el más laureado del acontecimiento en este 2016, al acaparar su obra “Ciudad Maravilla” el Primer Premio de este acápite de confrontaciones, así como el Premio de la Popularidad y el Gran Premio del certamen, amén del Segundo Premio conseguido por el humidor “Casa Colonial”, perfectos ensambles todos de buen gusto, atinada técnica y derroche de ingenio creativo para estos especiales estuches de conservación del tabaco.
La pasarela de fantasía logró una coherencia mucho mejor armonizada que en ediciones anteriores: trajes que utilizaron el entintado y la técnica del “trashion”, o mejor, el coherente reciclado de diversos tipos de tejidos ecológicos; una pasarela que observó una curaduría bien balanceada en cuanto a las diversas temáticas perseguidas en ella; las bien seleccionadas músicas o bandas sonoras y las eficaces luces, además del intenso entrenamiento –se observó- de sus modelos, tanto femeninas como masculinos. El Primer Premio recayó en la obra “Puro Imperio”, del diseñador matancero Juan Carlos Jiménez Huerta.
El renglón de Coleccionismo, también fue para Matanzas: “Cobros y pagos de la antigüedad en Matanzas”, de Marcos Antonio Acebo Lauzar; también allí, quedaron los primeros premios (compartidos) para las obras de las artes plásticas: “Mi abuelo un día…” (pieza que también recibió el Premio de la AHS y del Centro Provincial de las Artes Visuales de Matanzas) y “Solo café y tabaco”, de Dariel Lozano Pérez y Luis Ponce Cortés, respectivamente.
Ya la décima edición de PURO ARTE, PASIÓN POR LA ARTESANÍA es historia. Ahora la ACAA matancera tendrá que preparase con sólidas estrategias si quiere que, en el 2018, este evento siga siendo único en el país desde su espectro de calidad y participación en este tributo a la cultura del tabaco.
Antonio Fernández Seoane.
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