Dice el título de la exposición del pintor, Orestes Larios Zaak, que 50 años no son nada, sin embargo la obra naturalista, meticulosa y de marcado minimalismo, de este camagüeyano de raíces hebreas, habla por sí sola de una vida consagrada a regalarle al espectador las pinceladas de arte exquisita.

El mejor espacio para acoger la exhibición no pudo ser otro que la Galería Larios, ese trozo de su vida, donde además de la obra del pintor, conviven la realización escultórica y musical. Allí, ha vivido días de gloria y sinsabores, las buenas y amargas noticias, y por eso, mientras contaba algunas de las peripecias para lograr la inauguración del local, las constructivas, y agradeció a todos los que contribuyeron a materializar aquel sueño, la emoción detuvo sus palabras.

“Todo este tiempo ha sido de mucho sacrificio, perseverancia, un andar contra viento y marea para conseguir mis objetivos, pero en fin los escollos y tropiezos forman parte de la trayectoria de un artista, y sin dudas, me ha ayudado a crecer. Ojalá el destino me depare 50 años más, como hacedor, para seguir entregando más de mí, para Camagüey, y para el mundo”, dijo Orestes a Adelante Digital.

Las autoridades e instituciones fundamentales de la cultura, en la provincia y el municipio, congratularon las cinco décadas de labores de ese creador, fundador de la Asociación Hermanos Saíz y de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas. La presidenta de esa entidad, Maribel Vidal Cervantes, ensalzó su capacidad “como maestro de las nuevas generaciones y los aportes que ayudan a elevar nuestro prestigio”.

Entre los méritos que ha recibido el creador, se encuentra la distinción Fidelio Ponce de León, por el peso de su trabajo en el panorama de las artes visuales en Camagüey, el premio del Programa Mundial de Alimentos de la Onu, las órdenes, Majadahonda, que otorga la Uneac, y la de la Cultura Nacional.

“Agradezco a los que están y a los que no, a mis amigos, y seres queridos. Todos forman parte de mí, y me han inspirado de una u otra forma en la realización de mis obras”, dijo Larios, explorador del verdor de los campos, de la cubanía y la belleza sintetizada en la paleta cromática que ha convertido a sus cuadros en una suerte de poesía de la naturaleza, y lo mejor del buen hacer de nuestros artistas camagüeyanos.

Por: Yang Fernández | Periódico Adelante