Tierra, Agua y Fuego
Textura al rojo es el nombre que cobija a Roberto Barbarito Moreira Molla, Josefa Leandra Gascón González, Guillermo Manuel Gascón González y Héctor Leonardo Cervantes León, ceramistas miembros de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, ACAA, de Ciego de Ávila, creadores que han aportado al mosaico cultural del territorio a través de obras muy bien recibidas en disímiles espacios expositivos y comerciales de la provincia y el país.
Cuando pregunté por qué el nombre de la muestra, Josefa me respondió: “porque la tierra, generosa, nos ofrece el barro y los pigmentos minerales que al mezclarse con agua y someterse al fuego dan origen a la cerámica, manifestación a la que hemos dedicado la vida”.
El proyecto Textura al rojo se fundó en 1997; largo ha sido el camino recorrido y muchos los tropiezos en busca del dominio de la técnica y de la perfección. Roberto me contó que en más de una ocasión las piezas se quebraban en el horno, dejándoles como desamparados, pero que el grupo siempre consideró estos accidentes parte del aprendizaje y nunca se desanimó, cada reto aumentó la tenacidad del colectivo en busca de los secretos de la cerámica.
Sacar las obras del horno se convirtió —explica Roberto— en el momento más estresante para todos, la temperatura y muchos otros factores influyen de forma determinante en el acabado, coronando la producción con el éxito o con resultados que distan mucho de lo que se esperaba.
Las piezas salidas del taller de Textura al rojo están cocidas a 1100º, por lo que soportan el choque térmico, la lluvia y el sol, esto, unido a un elaborado diseño, las hace muy codiciadas para disímiles usos, no olvidemos que una de las metas fundamentales que se persigue con la realización de la artesanía artística es dar cumplimiento al principio que une la utilidad y la belleza.
El modelado y la técnica de placa con tratamiento de la superficie y tendencia a texturizar a través de cortes, incisiones, rugosidades, etc., alterando la morfología de la materia, está entre las más socorridas del colectivo, que emplea además, entre otras, el vaciado, la decoración sobre la base de óxidos colorantes metalizados, minerales y engobes y la utilización de esmaltes y pátina para la terminación.
Tierra, agua y fuego es una exposición de madurez, la elaboración cuidadosa habla de cuánto ha alcanzado el colectivo. Le invitamos a ser parte de esta muestra que pone muy en alto el nombre de las artes aplicadas en Ciego de Ávila.
Texto Sergio González Castro