Vuelos de los sentidos en el tiempo. Exposición de Samuel Weinstein

Galería ACCA de Matanzas
  • Samuel Weinstein
    Samuel Weinstein

La fibra trenzada en función de construcciones visuales orgánicas que se expanden por el espacio como cuerpos ornamentales, dispuestos a mitad del camino entre lo vegetal y lo antropomorfo; los tejidos coloreados de modo que el sentido de fiesta y a la vez íntimo establezca una conexión intensa  con los requerimientos de placer de la gente sensible; un diseño contenido que de súbito se abre con “tentaculares movimientos danzarios” de la forma dominante, constituyen algunas de las características identitarias del hacer de Samuel Weinstein. En cuanto produce hay una búsqueda en el exterior y dentro de tramas cuyas texturas complejas dan la impresión, a veces, de una batalla entre criaturas imaginarias y filamentos que las enroscan, entre el bosque y la sensualidad anatómica, entre lo que se acerca a la abstracción onírica y la necesidad de orden.

Samuel viene en semejante “aventura” creativa desde que concurríamos  ―capitaneados por la muy noble y gestora Nisia Agüero― en el equipo directivo del Fondo Cubano de Bienes Culturales de los ochentas. Por entonces lograba un difícil equilibrio entre funciones económicas en la institución y su dedicada búsqueda en las Artes Visuales y en el oficio artesanal implícito en aquellas. Se trataba de una personalidad sensible a lo bello, a la fantasía, a las revelaciones del dibujo y los tintes, capaz de desdoblarse en el ser exigente y en la sutileza de sus actos formadores de una “imago” signada por el deseo así canalizado y la evocación del adorno. Eran las suyas, y continúan siéndolo, propuestas artesanales que irrumpen en la condición escultórica de naturaleza “blanda”, para instalarse en los ambientes a la manera de “pinturas decorativas” liberadas del plano que las retiene, y lanzadas a convivir entre los humanos como criaturas que nos seducen y nos hablan.

 

Manuel López Oliva
Crítico de arte, Curador y Artista Plástico.